El origen del nombre de Alejo hay que buscarlo en la Grecia clásica, en la palabra alexo (αλέξω). Este atributo se le otorgaba a los defensores.
La onomástica de este nombre se celebra el 17 de julio.
A las personas que se llaman Alejo se les atribuye la facilidad entusiasmarse con el arte.
Un Alejo ilustre fue San Alejo, un cristiano de origen romano que dejó todos sus bienes y los repartió entre los que hasta el fin de sus días serían sis iguales, los pobres.