El origen etimológico del nombre Bárbara, proviene del vocablo griego
barbaros, que hace referencia a las dificultades en el habla. Los griegos llamaban bárbaros en general a todos los extranjeros, porque sus lenguas les parecían comparadas con el griego como el lenguaje de los tartamudos.
Por extensión
bárbaro paso a designar a cualquier extranjero en el imperio romano, y en concreto se le aplicaba a los pueblos del norte.
Como nombre se usa en las mujeres.
La onomástica, se celebra el 4 de diciembre, y se debe a la patrona de los mineros, artilleros y bomberos, Santa Bárbara, mártir que fue asesinada por su padre, al cuál le cayó un rayo y le mato justo después de perpetrar el infanticidio.
De esta Santa se hace eco una cancioncilla que los niños entonan en los días de tormenta, para conjurar el mal tiempo, los rayos y los truenos. Dicha cancioncilla es:
"Santa Bárbara bendita, que en el cielo estas escrita a la hora de la cruz, muestranos su luz Jesús"
Estas retahilas y otras canciones dedicadas a Santa Bárbara han dado también con el dicho "Acordarse de Santa Bárbara solo cuando truena", porque es en el momento de las tormentas cuando se encominendan a ella los cristianos.
El caracter de Bárbara es reservado, suele ser una mujer independiente que no suele conseguir una pareja estable, precisamente por su independencia.
Su número de la suerte es el siete, su dia el lunes y su color el gris perla. Sus amuletos son los tréboles y las perlas.
